Compartir en:

25 abril, 2023

EL AMOR EN TIEMPOS LÍQUIDOS (II)

IGUALDAD VS IGUALITARISMO

El ataque que empezó a sufrir la familia se debe a que se consideraba como una dificultad para que el Estado fomentara la libertad individual y fuera verdaderamente democrático, para que el mercado fuera totalmente libre y productivo y, por último, para que cada persona fuera libre y dominase por entero su vida.

En este punto comenzaron a converger una serie de corrientes y tendencias sociales, filosóficas, etc. (marxismo, feminismo, funcionalismo…), y a todo lo hablado hasta ahora se suma la dialéctica marxista, pues se rechaza todo lo que suponga propiedad privada, y la familia es una de esas propiedades que frenan el progreso y en la que únicamente se sobrevive por sumisión. En concreto, la familia monógama es un resultado de esa propiedad privada por la que se asemeja el proletario a la mujer cuya posesión es del marido (equiparable a la burguesía). A este pensamiento se puede denominar neomarxismo, pues asume tintes feministas: la dominación ya no estaría por parte de una clase social, sino del hombre con respecto a la mujer. Esta dominación procede de las diferencias existente entre ellos, y la lucha de estas “nuevas clases” se solventaría con la eliminación de dichas diferencias. Este aspecto constituyó uno de los que dieron lugar la Revolución de los años 60, desde la cual se busca la igualdad entre ambos sexos con el fin de suprimir las injustas desigualdades y sometimientos. De hecho, algunas autoras afirman que la única solución aguarda en el lesbianismo y la reproducción artificial.

Esta singularidad de la identidad se refuerza en la propia familia donde las relaciones de donación y reciprocidad sostienen a los hijos en que son queridos como son

Una de las graves repercusiones de este igualitarismo que en realidad supone (distinto del concepto de igualdad) unido a la desintegración de la identidad con respecto de la realidad consiste en la pérdida de la individualidad, la unicidad de cada persona. Esta singularidad de la identidad se refuerza en la propia familia donde las relaciones de donación y reciprocidad sostienen a los hijos en que son queridos como son, y de este modo se puede tomar conciencia de la filiación mediante un proceso de personación que tiene lugar si se da la “desnudez del ser”. Por otro lado, en lo referente a los vínculos interpersonales en general, si fuéramos todos iguales, ¿qué podríamos aportar o recibir del otro? Únicamente desde la diferencia y la genuina desigualdad puede existir la donación. Y como explica Donati: “cuando una sociedad parece anular las distancias sociales y culturales entre los sexos, nacen nuevos distanciamientos. Porque solo la diferencia confiere identidad y hace que experimentemos esa especificidad, originalidad, peculiaridad propia que da la felicidad” ( La familia como raíz de la sociedad (2013). DONATI, P. Madrid: BAC)

Por otro lado, la introducción de esta visión como lucha de clases en el ámbito de la familia, célula nuclear de la sociedad – por lo que una vez destruido, será más sencillo que la sociedad “muera” -, percibe el compromiso como una trampa pues provoca dependencia, lo que supone actualmente una amenaza. Además, al estar calados por el consumismo, estamos acostumbrados a adquirir productos cuya satisfacción tiene un final relativamente rápido para cambiarlos, retirarlos o conseguir otros nuevos. Por tanto, el estado líquido ha alcanzado al amor y la sexualidad:

“Los nativos líquidos se han convertido en profesionales de la flexibilidad sexual. El amor sólido razonaba en términos de amor eterno, el amor líquido razona de aquí a las “eternas” veinticuatro horas siguientes… Permíteme ser flexible, dame libertad para marcharme y seré todavía más sincero y más libre de volver junto a ti” ( Homo curans. El coraje de cuidar (2022). DOMINGO MORATALLA, A. Madrid: Ediciones Encuentro (p. 96)

UN NUEVO CONCEPTO DE LAS RELACIONES

Asimismo, la omnipresencia de Internet ha logrado una proximidad de tipo virtual que ha provocado la separación entre comunicación y relación, entre proximidad física y proximidad emocional, es decir, ha favorecido esa visión peyorativa del compromiso. La familia en la época líquida fundamenta su existir en la dimensión referencial, que es la parte subjetiva y personal de una relación, omitiendo la dimensión de vínculo y la relación emergente. Por tanto, se ha ampliado de tal manera su concepto que puede “entrar” en él cualquier tipo de relación en su fluidez. En definitiva, el horror al compromiso (y en consecuencia, a la responsabilidad) proviene de reconocerlo como un límite, al igual que lo es el cuerpo para la identidad.

Por otro lado, la red nos incita a hacer pública nuestra vida privada e íntima, y de este modo, nos coloca en una exposición superficial, sin reflexión, de nuestras cosas, y nos dificulta tener plena conciencia de las decisiones que se toman. Cabría comentar que este hecho parece que favorece la construcción de una democracia global, y sin embargo, se acerca más bien a un totalitarismo por lo que se aproxima a un diseño del panóptico actual.

Con todo lo expuesto, llegamos al núcleo del genoma familiar:

  • Don como valor fundamental.
  • Reciprocidad como norma.
  • Sexualidad como medio.
  • Generatividad como fin.

Del mismo modo, han aparecido los elementos que amenazan con degenerar este genoma: el consumismo, la realidad virtual (con la desvinculación entre comunicación y relación), la revolución sexual y las tecnologías reproductivas.

EL PODER DE LA CREATIVIDAD EN UNA FAMILIA

De manera transversal, podemos detectar dos elementos subyacentes y que han aparecido indirectamente: por un lado, el individualismo que nos hace creer que poseemos un papel “re-creador” de realidades al modo divino para lograr en última instancia nuestra plena libertad, y que nos dirige a la construcción de una identidad mirando fundamentalmente dentro de nosotros mismos, con nuestros deseos y emociones volátiles; y por otro, el pluralismo donde todas las opciones son igualmente válidas y buenas, por lo que podemos ampliar distintos conceptos o mutar sus significados a lo que mejor nos convenga.

Está en mano de los padres reactualizarse para constituirse referentes de sus hijos y transmitir valores a las siguientes generaciones.

No obstante, la necesidad de conocer y edificar nuestra identidad, de vivir unas relaciones auténticamente humanas, de amar y ser amados como somos en nuestra individualidad… ayudarán a redescubrir el significado de donación, y la familia seguirá llevando a cabo su misión, sin olvidar que es una institución creativa en cuanto a cierta capacidad flexible para adaptarse a los tiempos y las necesidades de sus miembros. Está en mano de los padres reactualizarse para constituirse referentes de sus hijos y transmitir valores a las siguientes generaciones.

——–

ELVIRA LORENZO López (Madrid, 1990) es filóloga, apasionada de las palabras, los libros y el lenguaje. Se dedica profesionalmente a las áreas de alimentación y alojamiento en el sector Hospitality.
Lleva escribiendo desde muy pequeña: narradora de historias, necesita profundizar en la realidad, el corazón y la mente de las personas, los hechos… para poner palabras, nombrar. “Con ellos puedo verme metida en circunstancias y situaciones que quizá no viviría, y así desarrollo una visión mucho más amplia y me hago capaz de comprender más profundamente a las personas con las que me cruzo. Es como si viviera más vidas además de la mía”.
Ese mundo de palabras la conduce a su trabajo: ambos se integran con el único fin de poner a la persona en el centro; las palabras le permiten “encontrarse” con la materialidad de la gente para impulsar su crecimiento y cuidado al máximo. Además, se implica en muchos proyectos de formación y desarrollo de jóvenes, relacionados en su mayoría con su trabajo.
Es autora de un blog de literatura y escritura: Sonido de ánsar; donde sugiere libros, y publica textos de autores reconocidos, de lectores del blog y escritos propios (poesía, relato, prosa poética).